Museo del Prado y Fundación BBVA
01.01.2024 - 01.09.2024
Guido Reni (1575-1642) fue uno de los artistas más destacados en la Europa de su tiempo, cuya fama alcanzó el nivel de la que gozaron figuras como Rubens, Caravaggio o Bernini. Hijo de un músico, de personalidad virtuosa y reservada, se encaminó en su adolescencia hacia la pintura en su Bolonia natal, donde se formó junto al flamenco Denys Calvaert, para pasar sucesivamente a la academia de la familia Carracci. Reni supo aunar en sus pinturas el meticuloso estudio de la naturaleza con la búsqueda de la más elevada belleza artística, siendo capaz de acercar al espectador a un cierto conocimiento de lo sobrenatural, lo que le valdría el apelativo de “divino”. Tal mérito nunca lo consideró el resultado de un don innato, sino el fruto de su descomunal esfuerzo en la búsqueda de la perfección, tarea en la que el dibujo y el colorido habían de unirse en una armónica simbiosis.
Hipómenes y Atalanta (antes y después de la restauración), h. 1618-19. Museo Nacional del Prado
Desde Bolonia, su obra se difundió no solo por buena parte de Italia, sino que también alcanzó algunas de las principales capitales del continente, como París, Londres o Madrid. En efecto, la corte española no permaneció ajena al interés por las creaciones del maestro boloñés, que fueron coleccionadas tanto por la Corona como por algunos de los más destacados miembros de la aristocracia. Parte de aquellas obras se encuentran hoy en los fondos del Museo Nacional del Prado. Además, a la vista de esas pinturas, ciertos artistas hispanos decidieron enriquecer su propio lenguaje con la evocación de las propuestas de Reni.
La unión del Dibujo y el Color, h. 1624-25. Paris, Musée du Louvre. Département des Peintures
La matanza de los inocentes, 1611. Bolonia, Pinacoteca Nazionale di Bologna
Tras acrecentarse su reputación en el siglo XVIII, cuando Reni fue tomado como un ejemplo a seguir por las academias de Bellas Artes, durante la siguiente centuria, y en especial a partir del Romanticismo, su fama comenzó a decaer junto a la de la escuela boloñesa de pintura, considerándose entonces que sus métodos creativos impedían el afloramiento de la personalidad genuina del artista. Será a partir de la década de 1950 cuando de forma progresiva varias exposiciones recuperen su figura al poner de manifiesto la excelencia de su arte.
San Juan Bautista en el desierto, h. 1636. Salamanca, Madres Agustinas Recoletas. Convento de la Purísima
San Sebastián (antes y después de la restauración), 1617-19. Museo Nacional del Prado
El Museo Nacional del Prado se une ahora a esa serie de iniciativas con esta exposición, la primera dedicada al autor en España. Con casi cien obras suyas y de sus contemporáneos, la figura de Reni aparece representada en su plena dimensión, poniendo de manifiesto la actualidad de su legado. La principal línea argumental del recorrido expositivo es la de la propia biografía de Reni: partiendo de su juventud y del valor referencial de sus maestros, avanza por sus diversas etapas en Roma y Bolonia hasta alcanzar su fase final, en la que su arte se transforma de manera radical a través de una búsqueda de lo esencial. Al mismo tiempo, se presentan varias reflexiones insertas en esta línea. Una de ellas es el interés de Reni en la captación de la belleza física del cuerpo, base de sus representaciones tanto religiosas como mitológicas. La segunda sería la relación de Reni con el arte de la escultura: su breve incursión en esta disciplina durante su juventud le llevó a modelar las figuras de sus lienzos desde la valoración de su sentido escultórico. Sus obras se convirtieron así en un referente para escultores de especial relevancia en su época, como Alessandro Algardi.
El triunfo de Job, 1636. París, catedral de Notre-Dame
La Inmaculada Concepción, 1627. Nueva York, The Metropolitan Museum of Art, Victor Wilbour Memorial Fund
Por último, una tercera consideración sería el vínculo que existió entre Reni y España en su mismo siglo, tanto a través del mencionado coleccionismo de obras como de la influencia que estas ejercieron en autores como Zurbarán o Murillo. Con todo ello, el visitante encontrará en la exposición un estudio panorámico de la obra de Guido Reni, que ofrece nuevas visiones de su trabajo y que pone en valor la importancia de su aportación a la cultura española.
Baco y Ariadna, h. 1617-19. Colección particular
Ánima bienaventurada, h. 1638-42. Roma, Musei Capitolini, Pinacoteca Capitolina
Español e inglés
Exposición temporal y Colección
Venta on-line y en taquilla
5€
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Compra ahoraSala de conferencias
Actividad gratuita para los visitantes con entrada al Museo
Mas informaciónDirector: David García Cueto
Las conferencias programadas por el Centro de Estudios están dirigidas al público general y son de libre acceso.
Auditorio. Miércoles a las 18.30 h
Mas informaciónDirector: David García Cueto
15 y 16 de junio 2023. Auditorio
Necesaria inscripción previa
Mas informaciónDescripción breve del evento
Visita individual con pase horario
www.museodelprado.es y taquilla
cav@museodelprado.es / 91 068 30 01
Entrada general: 15 €
Entrada reducida: 7,50 €
(con acreditación)
El número máximo de integrantes para la visita en grupo a las exposiciones temporales ubicadas en Jerónimos es de 15 personas, incluido guía o profesor.
De lunes a sábado: 10 - 20 h
Domingos y festivos: 10 - 19 h
Último pase 45 minutos antes del cierre
El desalojo de las salas comienza 10 minutos antes del cierre
Vestíbulo de Jerónimos
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