Zóbel. El futuro del pasado. <p>&iquest;C&oacute;mo admirar la pintura de los grandes maestros sin ser una v&iacute;ctima pasiva de su fascinaci&oacute;n? &iquest;C&oacute;mo sumergirse en el arte del pasado sin abdicar del compromiso con las vanguardias modernas y contempor&aacute;neas? La respuesta de Fernando Z&oacute;bel (Manila, 1924-Roma, 1984) fue a un tiempo simple y enormemente sofisticada: estudiarlos para comprenderlos, y luego, reinventarlos.</p><p>42 pinturas, 51 cuadernos de apuntes y 85 dibujos y obra sobre papel, procedentes de colecciones espa&ntilde;olas, filipinas y norteamericanas, conforman el recorrido con el que el Museo Nacional del Prado, con la colaboraci&oacute;n de la Comunidad de Madrid, rinde homenaje a una figura fundamental de la pintura espa&ntilde;ola de la segunda mitad del siglo XX: Fernando Z&oacute;bel, pintor nacido en Manila en el seno de una familia espa&ntilde;ola que trabaj&oacute; de forma intensa sobre las pinturas del Prado y fund&oacute; el Museo de Arte Abstracto de Cuenca. Un artista que concibi&oacute; su pintura como una suerte de instrumento con el cual transitar &ndash;para admirar, pero sobre todo para entender&ndash; las complejas rutas por las que discurre la historia del arte.</p><p>&ldquo;Z&oacute;bel. El futuro del pasado&rdquo; explora la obra del pintor a lo largo de dos itinerarios que son fundamentales para valorar su original contribuci&oacute;n a la pintura abstracta contempor&aacute;nea: el primero, entre la modernidad y el legado de la tradici&oacute;n, re&uacute;ne los estudios del pintor realizados en museos a lo largo de todo el mundo, el Museo del Prado muy particularmente, reconstruyendo su proceso creador. En segundo lugar, la exposici&oacute;n sigue &nbsp;la obra de Z&oacute;bel a trav&eacute;s de un segundo itinerario, internacional y geogr&aacute;fico, mostrando c&oacute;mo el dibujo fue la herramienta que le acerc&oacute; a una forma original y alternativa de modernidad que Z&oacute;bel descubri&oacute; en Asia, en la tradici&oacute;n vern&aacute;cula de las Islas Filipinas o en la pintura china y japonesa. Ambos itinerarios nacen de la particular condici&oacute;n biogr&aacute;fica del artista: Nacido en Manila, formado en los Estados Unidos para acabar instal&aacute;ndose en Espa&ntilde;a, Fernando Z&oacute;bel no fue solo un pintor enormemente curioso y erudito, tambi&eacute;n fue un viajero permanente y un artista radicalmente cosmopolita.</p><p>La obra de Z&oacute;bel constituye un apasionante ejercicio de pedagog&iacute;a art&iacute;stica. Los dibujos de Z&oacute;bel ense&ntilde;an a mirar, lenta, sosegada y anal&iacute;ticamente. Sus pinturas y sus dibujos encierran el esfuerzo por comprender la voluntad art&iacute;stica que empujaba a artistas como Zurbar&aacute;n o S&aacute;nchez Cot&aacute;n, como Van der Hamen o Vel&aacute;zquez.</p><p>Comisariada por Felipe Pereda, Fernando Z&oacute;bel de Ayala Professor of Spanish Art en la Universidad de Harvard, y Manuel Font&aacute;n del Junco, director de Museos y Exposiciones de la Fundaci&oacute;n March, ambos muy ligados profesional e institucionalmente a la figura del pintor, &ldquo;Z&oacute;bel. El futuro del pasado&rdquo; recrea la larga conversaci&oacute;n del artista moderno con los grandes maestros, una conversaci&oacute;n que se fragu&oacute; en museos de todo el mundo, y en el Prado quiz&aacute; como en ning&uacute;n otro. Z&oacute;bel no solo pas&oacute; innumerables horas dibujado y estudiando sus pinturas, sino que incluso don&oacute; generosamente al museo un n&uacute;mero importante de dibujos de maestros espa&ntilde;oles datados entre los siglos XVI y XVIII para sus colecciones.</p><p>Estructurada en cinco &aacute;mbitos, la exposici&oacute;n reconstruye el itinerario po&eacute;tico y art&iacute;stico de Z&oacute;bel, entre los extremos de un mismo principio: aprender a mirar, para entender el arte de los grandes maestros, por un lado, y, por el otro, volcar lo aprendido en su propia obra para as&iacute; compartirlo. &ldquo;Z&oacute;bel. El Futuro del Pasado&rdquo; aborda su trabajo desde una perspectiva transnacional, que sobrevuela los l&iacute;mites geogr&aacute;ficos de los tres continentes&ndash;Asia, Norteam&eacute;rica y Europa&mdash; en los que transcurri&oacute; la vida del artista. Desafiando los intentos de clasificar su obra dentro de los estrechos l&iacute;mites de las tradiciones nacionales, esta exposici&oacute;n ofrece una lectura fundamentalmente novedosa de su obra.</p><p>Para completar este recorrido por la obra de Z&oacute;bel, al final de la exposici&oacute;n &ndash;y junto a numeroso material documental gr&aacute;fico y visual&ndash; se proyectar&aacute; el documental&nbsp;<em>Memorias del instante. Los cuadernos de Z&oacute;bel</em>, producido espec&iacute;ficamente para la muestra y cuyo tema es la larga conversaci&oacute;n con los maestros del pasado que puebla los casi doscientos cuadernos de apuntes que dej&oacute; el artista.</p>

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Exposición Museo del Prado - Fundación BBVA

02.03.2021 - 04.07.2021

Zóbel. El futuro del pasado

¿Cómo admirar la pintura de los grandes maestros sin ser una víctima pasiva de su fascinación? ¿Cómo sumergirse en el arte del pasado sin abdicar del compromiso con las vanguardias modernas y contemporáneas? La respuesta de Fernando Zóbel (Manila, 1924-Roma, 1984) fue a un tiempo simple y enormemente sofisticada: estudiarlos para comprenderlos, y luego, reinventarlos.

42 pinturas, 51 cuadernos de apuntes y 85 dibujos y obra sobre papel, procedentes de colecciones españolas, filipinas y norteamericanas, conforman el recorrido con el que el Museo Nacional del Prado, con la colaboración de la Comunidad de Madrid, rinde homenaje a una figura fundamental de la pintura española de la segunda mitad del siglo XX: Fernando Zóbel, pintor nacido en Manila en el seno de una familia española que trabajó de forma intensa sobre las pinturas del Prado y fundó el Museo de Arte Abstracto de Cuenca. Un artista que concibió su pintura como una suerte de instrumento con el cual transitar –para admirar, pero sobre todo para entender– las complejas rutas por las que discurre la historia del arte.

“Zóbel. El futuro del pasado” explora la obra del pintor a lo largo de dos itinerarios que son fundamentales para valorar su original contribución a la pintura abstracta contemporánea: el primero, entre la modernidad y el legado de la tradición, reúne los estudios del pintor realizados en museos a lo largo de todo el mundo, el Museo del Prado muy particularmente, reconstruyendo su proceso creador. En segundo lugar, la exposición sigue  la obra de Zóbel a través de un segundo itinerario, internacional y geográfico, mostrando cómo el dibujo fue la herramienta que le acercó a una forma original y alternativa de modernidad que Zóbel descubrió en Asia, en la tradición vernácula de las Islas Filipinas o en la pintura china y japonesa. Ambos itinerarios nacen de la particular condición biográfica del artista: Nacido en Manila, formado en los Estados Unidos para acabar instalándose en España, Fernando Zóbel no fue solo un pintor enormemente curioso y erudito, también fue un viajero permanente y un artista radicalmente cosmopolita.

La obra de Zóbel constituye un apasionante ejercicio de pedagogía artística. Los dibujos de Zóbel enseñan a mirar, lenta, sosegada y analíticamente. Sus pinturas y sus dibujos encierran el esfuerzo por comprender la voluntad artística que empujaba a artistas como Zurbarán o Sánchez Cotán, como Van der Hamen o Velázquez.

Comisariada por Felipe Pereda, Fernando Zóbel de Ayala Professor of Spanish Art en la Universidad de Harvard, y Manuel Fontán del Junco, director de Museos y Exposiciones de la Fundación March, ambos muy ligados profesional e institucionalmente a la figura del pintor, “Zóbel. El futuro del pasado” recrea la larga conversación del artista moderno con los grandes maestros, una conversación que se fraguó en museos de todo el mundo, y en el Prado quizá como en ningún otro. Zóbel no solo pasó innumerables horas dibujado y estudiando sus pinturas, sino que incluso donó generosamente al museo un número importante de dibujos de maestros españoles datados entre los siglos XVI y XVIII para sus colecciones.

Estructurada en cinco ámbitos, la exposición reconstruye el itinerario poético y artístico de Zóbel, entre los extremos de un mismo principio: aprender a mirar, para entender el arte de los grandes maestros, por un lado, y, por el otro, volcar lo aprendido en su propia obra para así compartirlo. “Zóbel. El Futuro del Pasado” aborda su trabajo desde una perspectiva transnacional, que sobrevuela los límites geográficos de los tres continentes–Asia, Norteamérica y Europa— en los que transcurrió la vida del artista. Desafiando los intentos de clasificar su obra dentro de los estrechos límites de las tradiciones nacionales, esta exposición ofrece una lectura fundamentalmente novedosa de su obra.

Para completar este recorrido por la obra de Zóbel, al final de la exposición –y junto a numeroso material documental gráfico y visual– se proyectará el documental Memorias del instante. Los cuadernos de Zóbel, producido específicamente para la muestra y cuyo tema es la larga conversación con los maestros del pasado que puebla los casi doscientos cuadernos de apuntes que dejó el artista.

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Catálogo Zóbel: El futuro del pasado

Para saber pintar, primero hay que saber mirar. Y a mirar se aprende. Esto creía Fernando Zóbel (Manila, 1924–Roma, 1984), y así lo puso en práctica en una fascinante investigación pictórica, tan sistemática como creativa, que desarrolló a lo largo de más de cuatro décadas. Formado en Filipinas, Europa y América, graduado en Harvard e instalado en España desde finales de los años cincuenta, Zóbel fue al mismo tiempo pintor, estudioso, profesor, traductor, coleccionista y, entre otras iniciativas insólitas, el fundador de dos museos: la Ateneo Art Gallery en Manila (1961) y el Museo de Arte Abstracto Español en Cuenca (1966).

La pintura de Zóbel constituye un caso singular –si no único, desde luego extremo– de la vanguardia del siglo XX. Para él, provisto de un conocimiento profundo y brillante de las tradiciones artísticas y literarias de Occidente y de Asia, la modernidad no significaba la ruptura con la figuración y con la historia de la pintura, sino su redescubrimiento; no el olvido del pasado, sino el desvelamiento del futuro que encierra la obra de los grandes maestros. “Zóbel. El futuro del pasado” reconstruye el itinerario poético y artístico de un pintor guiado por un doble principio: “Enseñar a ver y aprender a ver”.

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INFORMACIÓN

Organizada por:

Museo Nacional del Prado

Organizada por:

Isabella Stewart Gardner Museum

Organizada por:

National Gallery

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Fundación BBVA
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