Biblioteca Nacional de España. Otras Miradas
Museo Nacional del Prado. Madrid 22/5/2012 - 19/9/2012
Con motivo de la celebración de su Tricentenario, la Biblioteca Nacional de España muestra por primera vez en el Museo Nacional del Prado seis retratos de la familia de Felipe V que la Real Biblioteca Pública, fundada por el rey Borbón y abierta el 1 de marzo de 1712, encargó al pintor Miguel Jacinto Meléndez en 1727 y que ahora se exhiben junto con otras seis obras del artista de las colecciones del propio Museo. Los seis retratos de la Biblioteca Nacional de España que se exponen forman el conjunto más importante de obras de este pintor, en los que demuestra la madurez que había alcanzado como retratista; representan a Felipe V, fundador y protector de la Real Biblioteca Pública, a su segunda mujer, Isabel de Farnesio, al Príncipe de Asturias don Fernando y a los infantes don Carlos, que reinó en Nápoles y después en España, a María Ana Victoria, que será reina de Portugal y a Felipe, Duque de Parma. El artista, cumpliendo el encargo que le había hecho la institución, representó al rey apoyando su mano sobre los estatutos de la Biblioteca, a la reina mostrando un libro abierto por el retrato grabado de su esposo y a sus hijos pequeños con libros en las manos.Para dialogar con estos retratos de la Biblioteca, el Museo Nacional del Prado muestra los suyos de Felipe V e Isabel de Farnesio, que responden a un prototipo de retrato oficial de los reyes creado por Meléndez que tuvo una gran difusión, junto a dos preciosos dibujos con retratos de dos niños de la familia real. El Museo Nacional del Prado conserva también los bocetos definitivos de dos grandes óleos para la iglesia de san Felipe el Real de Madrid que se exponen junto con un dibujo preparatorio de la Biblioteca Nacional de España. Meléndez no pudo realizar los lienzos definitivos a causa de su fallecimiento en 1734, pero dejó tantos estudios previos para la composición, la luz, el color, e incluso detalles de las figuras, que su discípulo, Andrés de la Calleja, pudo pintar los enormes lienzos, uno de los cuales se conserva en el Museo Nacional del Prado. En estos bocetos que representan dos milagros de san Agustín en la ciudad de Toledo y, a pesar de su reducido tamaño, se puede apreciar la sabiduría al componer y la brillantez de la paleta de Miguel Jacinto Meléndez, un digno sucesor de la pintura madrileña del siglo de Oro.