Cristo entre la Virgen y san Juan
1475 - 1480. , 136 x 114 cmNo expuesto
El artista utiliza en esta obra una composición monumental, en la que prima la concepción escultórica de las figuras y la contención expresiva, mostrando cómo el modelo flamenco se torna más denso y solemne en contacto con lo español. Asimismo el tratamiento realista presta a los personajes una gran fuerza interior que intensifica el carácter piadoso de la obra. Iconográficamente representa a Cristo como Varón de Dolores, imagen de piedad que tuvo un especial desarrollo en la zona flamenca y centroeuropea. La figura sufriente de Cristo con la corona de espinas y las llagas y heridas sangrantes es concebida en este tipo de temas como una llamada a la meditación personal, intención que también persigue el texto escrito en la filacteria.
Museo Nacional del Prado, Un mecenas póstumo: el legado Villaescusa, Madrid, Museo del Prado, 1993, p.20-22