El triunfo de Baco
1636 - 1638. , 180 x 295 cmEscalera Noroeste P1
El carro triunfal de Baco con todo su cortejo en relación con la hostilidad del rey Penteo aparece en libro III de las Metamorfosis de Ovidio (528 seq.): "(...) Ha llegado Líber; los campos resuenan con gritos de alborozo; corre el gentío; matronas y muchachas mezcladas con hombres, la chusma y los grandes señores acuden al nuevo culto. "¿Qué locura, hijos de la serpiente, prole de Marte, ha aturdido vuestras mentes"? les grita Penteo "¿tanto pueden los bronces golpeados con el bronce, la flauta de curvo cuerno y los conjuros mágicos, que los mismo a quienes no asustó la espada de guerra ni la trompeta ni filas de armas empuñadas, a éstos mismo vencen unos gritos de mujeres, un furor encendido por el vino, unas hordas lascivas y unos huecos tambores"?.
S. Alpers, autora del único estudio completo del encargo de Rubens para la Torre de la Parada hasta la fecha, dice que el cortejo de Baco aparece relacionado con diferentes historias, una sobre su regreso de la India que aparece en los Fastos de Ovidio y en la Carmina de Catulo y el encuentro del cortejo de Baco con el Rey Penteo, la cual piensa es la más acertada para este lienzo de esta serie. Este Baco dista bastante del representado por E. Quellinus en su pieza Baco y Ariadna (P1629). Aquí aparece representado como un hombre gordo sobre un carro rodeado de silenos y sátiros en un cortejo donde todos disfrutan de la fiesta y el vino. La obra fue realizada por Cornelis de Vos que realizó cuatro lienzos para la serie, Apolo persiguiendo a Dafne (P1714), Apolo y la serpiente Pitón (P1861), y El nacimiento de Venus (P1862) además de éste. El estilo de C. de Vos se diferencia en el tipo de pincelada, menos enérgica y suelta que la de Rubens, lo que resta fuerza a las composiciones con respecto a los bocetos. A pesar de esto C. de Vos sigue muy fielmente los bocetos de Rubens, conservado éste en el Museo Boymans-van Beuningen de Rotterdam (No.St. 31).
Las diferencias con respecto al boceto las vemos en el tratamiento de los rostros, mucho más expresivos y dramáticos en el boceto, algo habitual en muchas de las obras de la serie. Incluso el sileno que está detrás del dios parece maligno en el boceto con respecto al lienzo original. Los lienzos para la Torre de la Parada fueron realizados en torno a 1636-1638 aproximadamente, siguiendo la correspondencia entre el Cardenal Infante Don Fernando, gobernador de Flandes en el momento del encargo, y su hermano el rey Felipe IV.
La decoración de la Torre de la Parada, en cuyo proyecto también participaron otros autores como Velázquez, fue el mayor encargo que Rubens recibió de Felipe IV. A partir de 1636 se enviaron desde Amberes a Madrid más de sesenta obras para esta casa de recreo situada en los montes del Pardo. La mayor parte de las escenas narraban las pasiones de los dioses, según fueron descritas en las Metamorfosis del poeta romano Ovidio y otras fuentes clásicas.
Para llevar a cabo un proyecto tan amplio, Rubens realizó pequeños bocetos sobre tabla, donde capta la esencia moral de las historias y las actitudes de los personajes. Estos bocetos sirvieron de base para la elaboración de los lienzos definitivos.
El Museo del Prado conserva diez de los bocetos de Rubens, nueve de ellos donados en 1889 por la duquesa de Pastrana, y uno adquirido en el año 2000. El Prado también conserva la mayoría de los lienzos realizados a partir de los diseños de Rubens para la decoración de este lugar (muchos de los cuadros fueron pintados por otros artistas).
(Información revisada y actualizada por el Departamento de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte del Museo Nacional del Prado, 2014).