Estigmatización de San Francisco
Hacia 1651. , 290 x 165 cmDepósito en otra institución
Junto al San Antonio de Padua del mismo autor, al San Buenaventura y el San Jacobo de la Marca, firmados por Zurbarán y seguramente algunos más hoy perdidos, este lienzo formó parte de la decoración de la capilla del santo titular en el convento franciscano de Santa María de Jesús (conocido como San Diego de Alcalá), en Alcalá de Henares. Palomino primero y, tras él, Ponz y Ceán Bermúdez, creyeron todos los cuadros obra de Bartolomé Román, a excepción de este y del San Antonio, que se decía comenzado por Cano, "que no lo acabo por extravagancias de su genio", y concluido por Román. Sin embargo, Román murió en 1647 y no en 1659, lo cual hace difícil sostener esta teoría. Esta obra fue dada por perdida por Wethey, a pesar de no haber salido de San Francisco el Grande desde 1882. Es obra de gran interés que puede considerarse muy significativa de su periodo madrileño, en torno a 1650-52, en los años en que realiza algunas de sus mejores obras. Quizá sea con los lienzos de Getafe con los que puedan establecerse más directos vínculos estilísticos. Realizados en 1645 y muerto Bartolomé Román en 1647, cabe pensar que quizás las noticias de Palomino transmitan, trabucándolo, el recuerdo de que se pensó alguna vez encargar los lienzos de Alcalá a Román; que Cano se hizo cargo de ellos y que alguien acabó lo que Cano dejó inconcluso por su marcha a Granada en 1652, haciéndose cargo de los restantes lienzos Zurbarán, que llega a Madrid en 1658. Sólo si apareciera la documentación de la capilla se podría resolver este enigma. Tras la Desamortización el cuadro pasó con sus compañeros al Museo Nacional, atribuído erróneamente a Zurbarán. Cruzada lo devolvió a Cano.