Estudio para una figura femenina / Estudios de figuras
Hacia 1523. , 281 x 200 mmNo expuesto
El ciclo de frescos monocromos de la Historia de San Juan Bautista y las cuatro Virtudes, pintado por Sarto en el claustro de la Compagnia dello Scalzo, Florencia, mantuvo ocupado al artista durante unos quince años, periodo que cubre casi entera su actividad como pintor. En la actualidad, se piensa que inició la decoración hacia 1509 con el Bautismo de Cristo, terminándolo en 1526, con el Nacimiento del Bautista. Durante casi toda la realización de este larguísimo proyecto, del Sarto fue ayudado por su colaborador Franciabigio. Los frescos del Scalzo marcan una etapa importante en la evolución de la pintura florentina de principios del siglo XVI. El naturalismo monumental de las figuras y la claridad de su relación con su disposición espacial -tanto en el paisaje como en el interior- revelan que del Sarto había asimilado ventajosamente las innovaciones conseguidas por Miguel Ángel (1475-1564) y Rafael (1483-1520) en la pintura contemporánea.
El estudio principal del anverso de la hoja se ajusta estrechamente a la figura femenina que aparece a la izquierda en la Anunciación a Zacarías. El chal de la mujer en la figura pintada es más largo por algunas zonas y su extremo cae un poco más, mientras que la otra parte de la prenda, en sombras, se ve colgando al otro lado de la espalda. En el dibujo, el artista ha prestado gran atención a la incidencia de la luz sobre la tela que cubre la cabeza, el hombro y el brazo de la mujer, y toda la obra rezuma la misma pauta sutil de toques de luz trémula y sombras.
El estudio siguiente, de la cintura y piernas de un joven vuelto hacia la izquierda, corresponde al espectador barbado que aparece a la derecha de la Anunciación a Zacarías. Al igual que la mujer que aparece frente a él, lleva un manto en el que envuelve sus brazos cruzados. Debajo del manto se ve una túnica que le llega hasta las rodillas. Sus piernas, cubiertas con medias, y los pies, con un calzado ligero, presentan exactamente la misma configuración que las del estudio. El hecho de que ambas figuras fueran dibujadas juntas en el mismo trozo de papel, sin manifiesta relación, revela el proceso creativo del artista. Era práctica frecuente en el Renacimiento italiano que los artistas dibujasen a los jóvenes aprendices que posaban en el taller, y estos bocetos eran posteriormente utilizados en sus cuadros. Por esta razón, no sería de extrañar que las piernas del hombre barbado que aparece a la derecha de la Anunciación a Zacarías estuvieran basadas en las de uno de estos jóvenes.
Los estudios al dorso corresponden a la figura del ángel anunciador que aparece también en la composición de la Anunciación a Zacarías. El joven aprendiz que fue dibujado en poses que correspondían a las del ángel es, con toda probabilidad, el mismo que prestó sus piernas para el hombre barbado. En la parte izquierda central del fresco, el ángel, con una larga túnica, camina hacia Zacarías que aparece en el lado opuesto. Los estudios del dorso dan una idea de los caminos que recorría del Sarto para resolver la postura de una determinada figura. Comenzando con el estudio de cuerpo entero de la izquierda, el joven desnudo camina hacia la derecha con la mano diestra señalando ligeramente hacia delante. En los tres estudios independientes para los brazos de la misma figura que aparecen a la derecha de la hoja, éstos estaban cruzados sobre el pecho, como los del ángel del fresco. La cabeza a sanguina de la parte superior izquierda corresponde, casi exactamente, a la del ángel, mientras que el estudio de los paños, a la derecha, tiene algo de como iba a aparecer finalmente la vestidura del ángel (Texto extractado de Turner, N.: Dibujos italianos del siglo XVI, Museo Nacional del Prado, 2004, pp. 60-62).