Fray Diego de Deza y Tavera, arzobispo de Sevilla
Hacia 1631. , 211 x 161 cmNo expuesto
Retrato ideal del que fuera arzobispo de Sevilla y tío del famoso cardenal Tavera. Pintado por Zurbarán hacia 1631 con destino al colegio de Santo Tomás de Sevilla, que el mismo Deza había fundado en 1517, presidió su biblioteca hasta el siglo XIX.
Fray Diego de Deza, nacido en Toro (Zamora) en 1443, ingresó en la orden de Santo Domingo y estudió en la Universidad de Salamanca, de la que fue maestro. En 1486 se encargó de la educación del príncipe Don Juan, siendo nombrado obispo de Zamora (1487), después de Salamanca (1494-1498), Jaén (1498) y Palencia (1550). Sirvió como capellán de Fernando el Católico y obtuvo el cargo de Inquisidor General del Santo Oficio (1499-1507), que desempeñó incluso siendo arzobispo de Sevilla (1504). Hombre de espíritu recto y equilibrado, fue el más eficaz protector que tuvo en la corte Cristobal Colón. Destacó igualmente como teólogo, siendo ferviente defensor del tomismo. Elegido arzobispo de Toledo, murio en 1525 en el convento de San Jerónimo de Buenavista de Sevilla, sin tomar posesión de su sede a la que había renunciado previamente.
Fray Diego aparece en esta ocasión, representado por Zurbarán, sentado en un sillón, vestido con el hábito de fraile dominico cubierto por el roquete, símbolo de su jurisdicción y alusivo a su caridad. Su cabeza se toca con el bonete, aludiendo a su dignidad y en cambio de su mano izquierda el pintor ha suprimido los guantes, enriqueciendo la pedrería de su cruz. El artista consigue aquí, mediante la elección de su modelo, traducir el tenaz y vigoroso espíritu que poseyó el arzobispo de Sevilla.