Hércules y Anteo
Hacia 1828. , 27 x 17 cmNo expuesto
Formado primero en su tierra natal y a continuación en la Academia de San Fernando de Madrid, Rafael Texedor Díaz, llamado "Tegeo", marchó en 1824 a Roma para completar sus estudios, según indicación de su maestro el pintor alicantino José Aparicio (1773-1838). El prestigio adquirido con la realización de un buen número de obras religiosas en sus años romanos, le franqueó el acceso a la Academia a su regreso a Madrid, en la que ingresó en 1828 como miembro de mérito. Con el solemne motivo de su ingreso realizó una de sus primeras grandes obras, claramente influida por la escultura manierista florentina que había estudiado en su reciente viaje, Hércules y Anteo (Madrid, Academia de San Fernando), de la que este pequeño cuadro es el boceto.
Tegeo fue un artista complejo en el que se refleja con gran nitidez el eclecticismo académico de toda una generación, a caballo entre el Neoclasicismo y el Romanticismo. Su lenguaje depurado y preciso, con un característico dibujo, nítido y rotundo, transitó del estilo declamatorio de sus primeras obras de composición, en las que es muy perceptible la huella de la tradición clásica, hacia la delicada sencillez y sensibilidad plástica de su periodo de madurez (Texto extractado de G. Navarro, C. en: El siglo XIX en el Prado, Museo Nacional del Prado, 2007, p. 488).