Juana de Austria, hija de Carlos V - Ceres
Hacia 1552.No expuesto
En el anverso retrato de busto, a la izquierda. Cabeza cubierta con una gorra plana adornada con una pluma en su lado izquierdo, peinada hacia atrás, y con pendiente largo, rematado en tres colgantes. Viste ropa, gola pequeña y collar de tres vueltas, la última más larga con un colgante formado por una cadenita de eslabones. En el reverso figura femenina alegórica de Hispania con un ramo de espigas de trigo en su mano derecha, y la izquierda apoyada en el respaldo de la silla; en el lateral, un escudo, una lanza y una estatuita del dios Terminus. Entre los pies, un conejo, símbolo de Hispania.
Juana (1535-1573), segunda hija de Carlos V e Isabel de Portugal, casó con el príncipe Juan Manuel de Portugal en 1553, que murió pocos meses después de la boda. En 1554 volvió a España donde gobernaría durante la ausencia de Felipe II entre 1554 y 1559. Tuvo un hijo póstumo, el infortunado don Sebastián, futuro rey de Portugal, que pereció en la insensata campaña de Alcazarquivir en 1578.
En la mayoría de los retratos conservados de doña Juana de Austria aparece representada con la vestimenta propia de su estado de viudedad, a pesar de que era muy joven. Sin embargo, en éste destaca por su expresión bella y joven con esa graciosa gorra con pluma, tan diferente a su indumentaria habitual. El retrato podría relacionarse con el que realizó Cristóbal de Morales en 1552 con motivo de su matrimonio con don Juan Manuel de Portugal, conservado en Bruselas (Musées royaux des Beaux-Arts de Belgique).
Em el reverso se representa una alegoría de Hispania, modelo copiado de las monedas acuñadas en la época de Adriano, emperador romano de origen español, donde se destaca, por una parte, una de las principales riquezas de España, el olivo, y por otra, el conejo, animal abundante en la península y casi inexistente en Italia. Sin embargo, en nuestro ejemplar se ha sustituido la rama de olivo por la de trigo, haciendo alusión a Ceres diosa de la fertilidad. La elección de esta alegoría podría estar relacionada con la idea de la unidad peninsular, refrendada por la divisa «CONNVBII FRVCTVS», haciendo alusión a su futura maternidad, haciendo realidad los deseos de la unificación. En la moneda adrianea la figura alegórica se apoya sobre el monte Calpe.
El linaje del emperador, Madrid, Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Cent, 2000, p.199-200 n.1.17