La Purísima Concepción
1651. , 289 x 174 cmNo expuesto
Se trata de la composición más sobria de todas las versiones de la Inmaculada pintadas por Rizi, tal y como señaló Ángulo (1962). Su silueta evoca desde luego la de Ribera que se conservó en San Pascual de Madrid y que fue estudiada y copiada ampliamente por los pintores madrileños (Pérez Sánchez, 1974, p. 248) aunque en la posición de los cuernos de la luna dirigidos hacia abajo, siga el modelo de la de la iglesia de Santa Isabel de Madrid, del propio Ribera. La monumentalidad evidente de la figura y el refinamiento de las flores (lirios, rosas y azucenas) que los ángeles niños portan, como atributos marianos, hacen de esta obra una de las más significativas de su producción.
La obra procede del Museo de la Trinidad, en cuyo Catálogo se indica que estuvo en la Sacristía del convento de Capuchinos de la Paciencia, de Madrid. Antes, y según el testimonio de Palomino, figuró en una capilla en el lado de la epístola, en la iglesia del propio convento. Quizá eso permitiese situarla en fecha no muy lejana de 1651, en que está fechado el gran lienzo que fue altar mayor del citado convento, El Expolio de Cristo (Cristo de la Paciencia) (Texto extractado de Pérez Sánchez, A. E.: Carreño, Rizi, Herrera y la pintura madrileña de su tiempo. 1650-1700, Ministerio de Cultura, 1986, p. 247).