Paisaje con cascada
1650 - 1660. , 30 x 26 cmNo expuesto
Un panorama con cascadas se ofrece al espectador a un lado de la composición; al otro, diversos edificios oponen su masa geométrica racional a la expresión libre de la naturaleza. A manera de humanización del asunto desplegado sobre el lienzo, distintas y menudas figurillas aparecen en diferentes planos. La sugestión de las cascadas de Tívoli y su agreste ambientación es la razón principal que dirige la ejecución del cuadro por otra parte, no sólo característico del pintor sino también de su tiempo, ya que lugares como el aquí reproducido en las cercanías de Roma atraían a los artistas y eran objeto de encargos de una clientela amante de las visiones de la naturaleza en sus más diferentes y pintorescas manifestaciones. La pintura semeja ahondar en la búsqueda de una concepción clasicista del paisaje, aunque sin llegar a la expresión poussinista. Recuerda también a los paisajes de Busiri y de otros pintores contemporáneos especializados en este tipo de obras. La fascinante calidad de la obra y el cuidado de la factura revelan el exquisito virtuosismo, casi miniaturista, del autor (Texto extractado de Luna, J. J.: Claudio de Lorena y el ideal clásico de paisaje en el siglo XVII, Museo del Prado, 1984, p. 114).