Paisaje con río y ciudad
Siglo XVII. Óleo, 146 x 219 cmDepósito en otra institución
En las proximidades de un amplio río, varios pastores se encuentran descansando bajo la sombra de un árbol de grandes dimensiones. Sentado en el suelo y apoyado cómodamente en una roca, uno de ellos parece estar narrando una historia, mientras los otros dos personajes escuchan con mucho interés. Esa atención se puede vislumbrar especialmente en la actitud del hombre que dirige su mirada al que está hablando, con la cabeza apoyada en su mano, cuyo brazo está a su vez descansando sobre un peñasco cubierto con un manto rojo a modo de mesa. Detrás de ellos se abre un profundo paisaje dominado en primer lugar por el río y las diversas actividades que se desarrollan en él. En este sentido, se aprecian diversos barqueros, dos de los cuales se aproximan con sus naves a la orilla, mientras otro rema en dirección contraria. Se podría pensar que se trata de pescadores que terminan su jornada de trabajo, pero ninguno de ellos porta consigo los utensilios propios de esa profesión. El último citado se acerca hacia un lugar donde lo espera una mujer que soporta un cántaro sobre su cabeza.
Más allá de la masa de agua y abriéndose paso en la vegetación aparece una majestuosa ciudad, situada en el centro del lienzo y compuesta por diversos edificios de la Antigüedad clásica y otros medievales, con los que se quiere evocar quizás la ciudad de Roma. Entre ellos, destacan la pirámide y el templo de planta circular en la parte derecha, los cuales están inspirados posiblemente en la Pirámide de Caio Cestio y en el templo de Hércules Víctor -convertido en el siglo XVII en iglesia- del Foro Boario, respectivamente. Si bien los modelos para estas arquitecturas están extraídos de repertorios ampliamente difundidos en los talleres de la época, al contrario que en otras representaciones de este tipo, no se ha elaborado una ciudad abandonada o en ruinas, sino que al perfecto estado de las construcciones se han incorporado huellas de actividad humana. La más llamativa es la columna de humo que sale de una chimenea, un elemento que se encuentra situado elocuentemente justo en el centro de la composición.
La mitad superior de la pintura está ocupada prácticamente al completo por las copas de los árboles y por un cielo colmado de nubes, cuyas brillantes tonalidades, además de compensar la rotundidad cromática de la parte inferior con cierto equilibrio, sitúa el momento representado en el atardecer. Ambas secciones están divididas por la fina línea que compone una cadena montañosa, un recurso de la perspectiva tenido en cuenta por el pintor para alargar la profundidad del paisaje.
Muchas de las características formales y técnicas aquí reunidas aproximan a esta pintura al círculo de los Carracci. Con esa general atribución aparece por primera vez en el inventario del Real Museo redactado en 1857, y no se tiene constancia de su presencia en las colecciones reales en fechas precedentes. Pérez Sánchez consideró que podía tratarse de una reelaboración de escasa calidad de una obra de los Carracci realizada por su taller, cambiando de idea en la exposición de 1970, cuando la propuso dubitativamente como posible creación de Giovanni Francesco Grimaldi, el Bolognese, pero en el catálogo del Museo del Prado de 1990 se señaló como anónimo romano. Sin embargo, en este lienzo se intuye un profundo conocimiento de la producción paisajística de los discípulos de los Carracci, como Domenico Zampieri, el Domenichino (1581-1641), y de otros como Gaspard Dughet (1615-1675), rasgos que convergen en los pinceles de Grimaldi. De este artista existen otros ejemplares en el Museo del Prado y es frecuentemente citado en los inventarios de los bienes de Felipe V e Isabel de Farnesio. Algunos de estos proceden de la colección de Carlo Maratta, y aunque no es posible identificar alguna de estas referencias con la tela aquí analizada, se ha pensado erróneamente en el pasado que pudo ser uno de los adquiridos a los herederos del pintor. Por otro lado, se conoce que el Bolognese llevó a cabo varios cuadros para el marqués del Carpio, con quien parece que trabó cierta amistad.
Japón, Rafael, ' G. F. Grimaldi, el Boloñes. Paisaje con rio y ciudad' En:El factor Prado: los depósitos del Museo Nacional del Prado., Museo de Bellas Artes de Asturias,, 2022, p.62-65 nº 11