Paso de una procesión por el claustro de San Juan de los Reyes. Toledo
Hacia 1892. , 251 x 184 cmDepósito en otra institución
La madrileña Brockmann, alumna de la Academia de San Fernando, destacó entre las artistas españolas del siglo XIX por desarrollar una carrera más allá de los convencionalismos asociados a su género. Así, con la obra Felipe II recibe la noticia de la pérdida de la Armada Invencible (1895, Washington, National Museum of Womens in the Arts), se convirtió en la primera pintora de historia en acudir a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes. Más tarde, sin embargo, centró sus estudios en el género del bodegón de la mano de Sebastián Gessa, y más tarde de Joaquín Sorolla y de José Benlliure. En especial el peso de este último está presente en la conformación de su estilo. En Italia tuvo la oportunidad de profundizar en el estudio del natural. Este hecho, junto con la pincelada desenvuelta y enérgica, llena de carácter, que revelan sus pocas obras conocidas, llevó al crítico Fernanflor (Isidoro Fernández Flórez) férreo defensor de las mujeres artistas, a decir que pintaba "como un hombre".
De su dedicación al costumbrismo conserva el Prado dos de sus mejores lienzos. Este es el más ambicioso, pues en él despliega un considerable número de figuras humanas, rigurosamente caracterizadas e insertas en un marco arquitectónico en perspectiva. Hacía así alarde de las habilidades menos asociadas a la producción femenina en la mentalidad de esos años. Premiado y adquirido en la Exposición Nacional de 1892, el lienzo viajó después a Estados Unidos, donde se expuso en el Pabellón de la Mujer de la Exposición Universal de Chicago de 1893.
G. Navarro, Carlos, Invitadas. Fragmentos sobre mujeres, ideología y artes plásticas en España (1833-1931), Madrid, Museo Nacional del Prado, 2020, p.378 nº 116