Pomo de ágata con tres asas
1525 - 1550. Ágata, Esmalte, Oro, Granate, 83 x 45 mmSala 079B
Pomo perteneciente a una pareja inventariada en 1776 en el Real Gabinete de Historia Natural bajo el asiento 71 (n. 6 del catálogo de Arbeteta). Se dio por desaparecida erróneamente en 1815 y el otro pomo con el que formaba pareja fue robado en 1918. Tiene el cuerpo de ágata y guarniciones de oro esmaltado cuya parte superior está formada por tres asas en “s” y granates colgantes, dos de los cuales se habían perdido. Formó parte de la colección real francesa, probablemente desde tiempos de Francisco I (1494-1547). Tras su regreso de París en 1815, esta pieza se ensambló incorrectamente en el vaso O14, tal como se puede ver en las fotos del siglo XIX, siendo actualmente la primera vez que se muestra por separado. Durante la restauración del Tesoro en 2017, al vaso O14 se le ha retirado el remate "en forma de copa" que Angulo señalaba como ajeno, tal como se puede corroborar al contemplar las fotografías históricas. Dicha pieza, Pomo de ágata con tres asas, hoy se exhibe de forma independiente y ha recibido el número de inventario O3487.
Los granates colgantes pertenecen a la variedad “piropo” y también tienen gemas colgantes similares en tamaño, talla y sistema de colgar los candeleros y la copa-relicario procedentes de la Capilla del Espíritu Santo (granates y perlas), conservados hoy en el Museo del Louvre (inv. MR 545, 546 y 547), pertenecientes a la colección real francesa. Bimbenet- Privat considera su proximidad a las obras del platero Pierre Mangot.
El estado original de la obra puede verse en la fotografía de Juan Laurent y Minier, “Vase, cristal de roche taillé et gravé, montures d’or et émail, XVIe siècle, règne de Henri III”, hacia 1879 (Museo del Prado, HF0835/7).
Es una parte de una de las piezas pertenecientes al Tesoro del Delfín, el conjunto de vasos preciosos que, procedentes de la riquísima colección de Luis, gran Delfín de Francia, vinieron a España como herencia de su hijo Felipe V, primer rey de la rama borbónica española. Luis de Francia (1661-1711), hijo de Luis XIV y María Teresa de Austria, comenzó su colección tempranamente influenciado por su padre. La adquisición de obras se producía por diversas vías, desde regalos hasta su compra en subastas y almonedas. Al morir el Delfín, Felipe V (1683-1746) recibe en herencia un conjunto de vasos con sus respectivos estuches, que fueron enviados a España. En 1716 estaban en el Alcázar de Madrid, desde donde se trasladaron, en fecha posterior, a La Granja de San Ildefonso, lugar donde se citan a la muerte de Felipe V, conservados en la llamada Casa de las Alhajas. En 1776 se depositaron, por real orden de Carlos III, en el Real Gabinete de Historia Natural y continuaron en la institución hasta el saqueo de las tropas francesas en 1813. La devolución de las piezas se produjo dos años más tarde y con algunas pérdidas. Fue en 1839 cuando la colección llega al Real Museo, donde sufrió en 1918 un robo. Con ocasión de la Guerra Civil española fueron enviadas a Suiza regresando en 1939, con la pérdida de un vaso, desde entonces se encuentran expuestas en el edificio Villanueva.