San Ambrosio en su cuna (?)
Hacia 1673. , 220 x 125 mmNo expuesto
El dibujo está relacionado con el cuadro El milagro de las abejas (Museo de Bellas Artes de Sevilla), que abre la serie dedicada a la Vida de san Ambrosio, pintada por Juan Valdés Leal hacia 1673. La escena tiene lugar cuando San Ambrosio era un bebé y está centrada en un instante lleno de tensión, en el que el haya, asustada, está a punto de espantar a las abejas que se acercan a la cara del niño. El padre la detiene con un expresivo gesto de las manos y la sorpresa queda claramente reflejada en un rostro de cejo fruncido y boca abierta.
El suceso se sitúa en un entorno palaciego, donde se ve a Ambrosio «en la cuna en un portal que estaba delante el pretorio», según menciona en 1572 Pedro de la Vega. Sin embargo, este escenario no fue la primera opción de Valdés, y es posible que le hicieran modificarlo para que se ajustara a la cita de Pedro de la Vega o para cambiar el punto desde el que el lienzo debía ser observado, según se observa en este dibujo del Museo del Prado, que se propone relacionar con el lienzo de esta serie por los numerosos elementos que tiene en común con él. En el dibujo aparecen las mismas figuras que en el lienzo —el padre, el ama de cría, las dos mujeres y el niño, además del perrillo—, con similares actitudes y vestimenta, e insertas en un espacio dividido por una pared seccionada. El acento en los detalles arquitectónicos y los acusados puntos de fuga se corresponden con los que encontramos en la producción de Valdés, así como la expresividad de los personajes y su utilización de las manos para narrar la escena.
Sin embargo, entre el lienzo y el dibujo apreciamos cambios considerables. En el primero se ha suprimido el acabado en medio punto, y sobre todo se ha trasladado la escena a un espacio exterior, mientras en el dibujo, la acción se desarrolla en una amplia sala interior, de techos altos, dividida en dos: un espacio a la izquierda en el que se adivina una cama con dosel, y otro a la derecha presidido por dos cuadros y en el que se abre un largo pasillo con cubierta de medio punto que dirige la mirada del espectador hacia el exterior y que otorga gran profundidad a la escena, concebida para ser contemplada desde la izquierda.
El dibujo está bastante acabado, algo que podría indicar que se trata de un diseño de presentación del proyecto. Por el momento, se puede relacionar técnica y estilísticamente con un San Miguel, con el que comparte el estilo de la aguada y algunos toques de pluma para la descripción de detalles muy concretos: barbillas, hendiduras en la base del cuello y ojos. No obstante, el del Prado presenta un estilo mucho más terminado, rasgo que puede contribuir a la apertura de una nueva línea de atribuciones de dibujos a Valdés, ya que por el momento no se conocen muchos de su mano, se sabe por Palomino que era un excelente y asiduo dibujante. El artista no solo fue uno de los miembros fundadores de la Academia de Dibujo y Pintura de Sevilla (1660), y el que demostraba más magisterio —si exceptuamos a Murillo—, sino que durante su estancia de 1664 en Madrid «asistió á las academias particulares que tenían los profesores en sus casas, dibuxando dos y tres guras en cada noche»
Cenalmor, Elena y Portús, Javier, Juan Valdés Leal. Serie de la vida de San Ambrosio. En: El hijo pródigo de Murillo y el arte de narrar en el Barroco andaluz, Madrid, Museo Nacional del Prado, 2021, p.134