Fortuny y la ópera romántica

Mariano Fortuny es, entre los artistas presentes en la colección del Museo del Prado, uno de los que más relación tienen con la ópera. Ya su popular pintura Fantasía sobre el Faust de Gounod ilustra la conocida afición del pintor por la música, y también la familiaridad con la obra del gran compositor francés. Además, como apunta Javier Barón, comisario de la muestra, conocemos algunos de los títulos de las óperas a las que Mariano Fortuny y su esposa Cecilia asistieron.

Fortuny vivió en los años centrales del siglo XIX, es decir, en plena eclosión de la ópera romántica. Cuando se muda por primera vez a Barcelona, en 1852, hace cinco años que se ha inaugurado el Gran Teatre del Liceu, y funciona a pleno rendimiento representando los grandes títulos de Verdi, Bellini, Rossini y Donizetti. Sabemos que Fortuny y su esposa Cecilia asistieron a las representaciones de muchos de estos títulos, como I Puritani de Bellini, Maria Estuarda de Donizetti o La Traviata e Il Trovatore de Verdi. Por otra parte, el artista vivió largas temporadas en Roma, donde el Teatro Argentina acogía los estrenos de las grandes obras belcantistas, y en 1870 visitó París, cuya Ópera Nacional era ya por aquel entonces la factoría lírica por excelencia, para la cual todos los grandes compositores europeos trabajaron en algún momento. Por último, su hijo, Mariano Fortuny y Madrazo, fue un gran admirador de Richard Wagner y realizó escenografías para varias óperas.