Goya
1902. , 57 x 40 cmNo expuesto
Entre los diversos monumentos encargados por el Ayuntamiento de Madrid para celebrar la mayoría de edad de Alfonso XIII, Mariano Benlliure realizó el dedicado a Goya en bronce y a tamaño mayor que el natural, sobre un pedestal de mármol con referencias talladas a varios Caprichos y a la Maja desnuda. Inaugurado en 1902 en el Paseo de coches del Retiro, hoy se encuentra frente a la entrada norte del Museo del Prado. Para caracterizar sus rasgos fisionómicos el escultor partió del retrato realizado por Vicente López en 1826 y concentró en su expresión toda la fuerza mental y la genialidad creadora que caracterizaban su personalidad.
Benlliure presentó el busto de Goya en escayola en la VIII Exposición Bienal del Círculo de Bellas Artes de 1902, antes de la inauguración del monumento. A partir de ese primer modelo, talló el busto en dos versiones en mármol, e hizo varias fundiciones en bronce sensiblemente diferentes entre sí, entre las que se encuentra la que conserva el Museo del Prado. Respecto a los mármoles, a partir del citado modelo en escayola, y sin cambiar la escala, realizó un primer ejemplar en 1902 que reproduce con gran fidelidad el modelo, que perteneció a la marquesa de Villamejor, madre de Álvaro Figueroa y Torres conde de Romanones, y hoy se encuentra en colección particular. Fue presentado por primera vez al público en 2013. En 1904 talló un segundo mármol, modelando la cabeza con líneas más suaves y sinuosas, sin el preciosismo de la primera, en línea de las tendencias modernistas y dejando parcialmente vistas las caras del bloque de mármol, que tras participar en diversas exposiciones nacionales e internacionales, fue adquirido en 1910 por el Museo de Bellas Artes de Chile.
Por lo que se refiere a los cuatro bronces que siguen este primer modelo en escayola de 1902 con gran fidelidad, firmó y fechó en 1904 dos ejemplares, documentados y conservados respectivamente en el Ayuntamiento de Zaragoza y en colección particular, fundidos en Masriera y Campins de Barcelona, únicos ejemplares en el que deja la lámina de bronce vista sin cerrar el volumen. Realizó una tercera fundición a finales de 1908 según se coteja en los Archivos de la casa fundidora de Madrid, La Metaloplástica - Campins y Codina, hoy sin localizar, en el que la lámina de bronce sí se cierra para definir el volumen en los laterales y la parte posterior del busto. El cuarto bronce original de este modelo es la versión del Museo del Prado, adquirida por el Estado para el Museo Nacional de Pintura y Escultura en 1912, realizada en esta misma fundición en Madrid, que presenta una pátina diferente a las fundidas en Barcelona, y en el que buscó un fuerte contraste entre el acabado más liso y brillante del rostro del pintor y el más vibrante del cabello y las prendas de vestir. Tal como señala Enseñat, 2020, se correspondería con el documentado en los registros de Campins y Codina entre agosto y septiembre de 1911.
En las siguientes cabezas de Goya fundidas por Benlliure, utilizó un nuevo prototipo basado en el primer vaciado en yeso presentado en 1902, pero en el que introdujo algunas modificaciones, que se aprecian sobre todo en el tratamiento más plano del cabello y en la expresión del rostro algo más dura. Sobre este modelo con modificaciones, Benlliure fundió el ejemplar que hoy posee el Ayuntamiento de Granada, procedente de la colección del Centro Artístico, Literario y Científico de la ciudad, y otro para la Hispanic Society of America aún con mayores cambios. Este segundo fue un regalo del escultor a la Institución americana cuando en 1913 Benlliure fue nombrado Miembro de la misma, que presenta ligeras modificaciones en el cabello, y sobre todo en el pañuelo y la pechera, y en el modelado es más expresivo y se detiene menos en el detalle, y es el que presenta más diferencias con el primer modelo en yeso para la estatua. Queriendo evocar la textura de la piel curtida por la edad y raya con fineza su faz, evitando los brillos excesivos y favoreciendo la suave degradación de la luz. Siguiendo el modelo de 1913 de Granada se conocen cuatro bronces originales posteriores, dos de ellos fundidos entre 1915 y 1916 en Campins y Codina: uno donado por el escultor en 1940 al Museo de Bellas Artes de Valencia, un segundo que perteneció a Eduardo Poggio Álvarez, primer Director General de Bellas Artes, y hoy está en colección particular, un tercero, sin localizar, donado por Benlliure a la Casa de Velázquez con motivo de su inauguración en 1928 y perdido durante la Guerra Civil, y un cuarto, en colección particular que perteneció al coronel republicano Enrique Pastrana, a quién está dedicado, que debió fundirse años después en los talleres de Mir y Ferrero en Madrid, última empresa de fundición con la que trabajó Mariano Benlliure. Además, Benlliure vació algunas réplicas en escayola que regaló a algunas instituciones y personalidades, a los museos de Bellas Artes de Córdoba, Zamora y Zaragoza, y al de Salvador Vilaseca de Reus que conservan sendos ejemplares, y también en 1910 al Museo de Bellas Artes de Valencia, posiblemente perdido en la riada del 57, y al Ayuntamiento de Fuendetodos, y regaló otros vaciados originales en escayola a particulares. Una copia seguramente posterior, sin documentar, se localiza en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
La monografía publicada por la tercera esposa de Benlliure, Carmen Quevedo, indica que un modelo del busto en escayola fue robado de su taller en vida del escultor. La Fundación Benlliure, que elabora el catálogo razonado de la obra del escultor tiene documentadas copias no autorizadas y de escasa calidad realizadas tanto en vida de Benlliure, a partir del citado modelo sustraído, como numerosas copias póstumas (Texto extractado de Enseñat Benlliure, L. 2013 y 2020, con bibliografía anterior).