Juan de Villanueva
1878. , 115 x 81 cmSala 100
Algo mayor que el natural, vestido a la moda de finales del siglo XVIII y cubierto por una capa, el busto representa al arquitecto ilustrado Juan de Villanueva (1739-1811), autor del edificio del Museo del Prado, concebido en origen como Museo y Gabinete de Ciencias Naturales. El autor sigue las características de otras esculturas conmemorativas suyas, como las del político Juan de Mendizábal, de la plaza de Tirso de Molina, o la del naturalista Rojas Clemente del Jardín Botánico, condensando en este busto todo su poder creador e intentando emular la capacidad del arquitecto representado. La imagen en busto sobre un pedestal, con el manto que le recubre los hombros, es propia de una visión neoclásica y tiene evidentes deudas estéticas con los bustos de hombres ilustres realizados durante el Renacimiento y Barroco, que a su vez seguían las pautas de la escultura romana. Está firmado y fechado, en la parte posterior.
Encargo al autor para ornamentar un salón del Museo del Prado. Según consta en la Gaceta de Madrid de 03/02/1875 "Siendo el Museo de Pinturas una de las obras que más honran la memoria del célebre Arquitecto D. Juan de Villanueva, su actual Director Sr. Sanz ha concebido el pensamiento de erigir una estatua al mismo en el pórtico principal ó en el vestíbulo circular en el sitio que ocupa el grupo de Laoconte. Secundando este pensamiento por el escultor del Museo Sr. Grajera, se va á formar el boceto por un busto sacado del retrato original de dicho Arquitecto que se conserva en la Academia de San Fernando". Además, en la Gaceta de 12/03/1876 se leía en relación a esta obra que "El escultor Sr. Grajera ha terminado el busto en gran escala del célebre Arquitecto español D. Juan de Villanueva. Tanto dicho busto como los de Juan de Herrera y Don Ventura Rodríguez, estan destinados a servir de modelos para las estatuas de mármol que han de perpetuar la memoria de tan insignes artistas”.
Este dato clarifica que el retrato de busto de Villanueva no formaba parte, al menos en origen, de la galería de bustos colosales de artistas hispano-italianos para la Galería Central del Museo del Prado, como proponía Pardo Canalís (1954: 125), sino a un proyecto de decoración para la fachada principal o rotonda de acceso. La documentación del encargo del busto se conserva en el Archivo del Museo del Prado caja 1341, legajo 11200, exp. 3. El 27 de abril de 1877 se le encargó el busto, con un plazo de diez meses y por la cantidad de 3500 pesetas, y la obra estaba concluida el 6 de mayo de 1878 (Monleón 1996: 97; Azcue 2012: 355). Gragera utilizó como inspiración el retrato de Villanueva pintado por Francisco de Goya, que la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando prestó temporalmente al Museo del Prado con este motivo.