Parache, el bailador
1895 - 1900. , 680 x 470 mmNo expuesto
Representa el busto de perfil de un gnawi originario de Marrakech, es decir, un miembro de la cofradía de los negros gnawa -originarios del Níger- caracterizada por su habilidad para la curación de enfermedades nerviosas a través de la música, la danza y los rituales mágicos. Los gnawa presentes en las medinas marroquíes desde el siglo XVII, tienen un papel significativo en las acuarelas de Tapiró.
Adquirida por la Academia en noviembre de 1908, es fácil pensar que, además de su impecable factura y su calidad pictórica, lo que debió atraer a los académicos fue el aspecto peculiar del personaje retratado. A principios de siglo la visión romántica del mundo musulmán ya había pasado de moda y en el mejor de los casos se había convertido en un cliché turístico. Las obras de Tapiró mostraban unos personajes concretos, reales, pertenecientes a una cultura cercana pero desconocida y poco tenían que ver con las imágenes idealizadas de los artistas de la generación anterior (Texto extractado de Carbonell, J. A.: "Los retratos de Tapiró del Museo del Prado", Boletín del Museo del Prado, XXXI, 49, 2013, pp. 6-15).