Dos faunos
Mediados del siglo XVIII. Lápiz, 480 x 337 mmNo expuesto
Los dos medallones aquí representados (los faunos o sátiros E000244 y E000242), obras sin duda de época barroca, se relacionan directamente, por su factura y estilo, con el fauno o bacante E000195 y fauno E000248 (que aparecen en la hoja 58 del Cuaderno de Ajello, y las cabezas femeninas E000245 y E000247 (hoja 59), y con otros más o menos “báquicos” que se conservan en el Prado (grupo de tres cabezas E000202, cabeza E000250, cabeza E000251, cabeza E000253) y en el Palacio de La Granja. El hecho de que dos de estas obras (E000202 y posiblemente E000195) aparezcan dibujadas en el Álbum del Carpio ha invitado a considerar todas estas obras como procedentes de la colección de Don Gaspar de Haro y Guzmán.
En el inventario de sus esculturas conservado en el Archivo de la Fundación de la Casa de Alba y fechado en 1682, aparece citado un conjunto de “sedici medaglie che rappresentano ogni una testa di Bacanti, e Satiri di diverse fisonomie di marmo bianco antico con le sue cornicie, e piedi di porta santa di colore”. Bien es cierto que, sumando los once medallones del Museo del Prado y La Granja a los trece dibujos del Álbum del Carpio que no tienen correspondencia clara en ninguno de ellos ( y que por tanto representan obras no adquiridas por Felipe V, esta cifra queda ampliamente superada, pero hay que tener en cuenta que, tanto en un conjunto como en otro, hay obras de iconografía insegura, por falta de elementos característicos como los pámpanos o las orejas puntiagudas y que, en el propio inventario de 1682, hay numerosos medallones mal identificados, que suben la cifra total hasta un centenar, permitiendo múltiples alternativas.
Por lo demás, la iconografía que propone Ajello es correcta –“fauno” es el término usado por los romanos para traducir el griego “sátiro”, haciendo abstracción de matices mitológicos-, y las obras se encuentran hoy en el mismo estado que muestran los dibujos.
El dibujo forma parte del conocido como Cuaderno de Ajello formado por un conjunto de cincuenta y nueve hojas sueltas, con dibujos a lápiz, destinadas a servir de modelo para la realización de una serie de grabados, que debían ilustrar un catálogo descriptivo de las esculturas reunidas por Felipe V y su esposa, Isabel Farnesio, en el Palacio Real de La Granja de San Ildefonso.
Elvira Barba, Miguel Ángel, El Cuaderno de Ajello y las esculturas del Museo del Prado, Madrid, Museo del Prado, 1998, p.70-71