Mercurio, variante del "Hermes Andros-Farnese"
Mediados del siglo XVIII. Lápiz, 480 x 337 mmNo expuesto
La escultura representada en este dibujo es la llamada Estatua de un joven (E000500), conservada normalmente en los almacenes del Museo. Ha llegado hasta hoy en el estado en que aquí la vemos, aunque se ven con claridad las juntas de los diversos bloques que la componen, pues solo el torso es antiguo.
Raras veces ha sido identificada con un personaje concreto, sea mítico o histórico, pero su gesto de lanzar una clámide sobre el hombro permite seguir su historia prácticamente sin problemas. Aparece ya de forma inequívoca, y restaurado, en la colección de Cristina de Suecia (“una statua di marmo bianco in piedi che rappresenta un giovine con un panno buttato su la spalla sinistra e gli esce sopra il braccio sinisro con un mezzo tronco d´albero di do marmol, d´altezza di palmi cinque et un terzo compresovi il suo peduccio”; los inventarios de Odescalchi ven en el a cesar: “che nella sua gioventu s´idea l´impero”, creyendo que lleva un bastón de mano en la mano izquierda, y muy probablemente es el “antico fanciullo” que se embarca hacia España en 1725.
Llegado a La Granja, parece que fue situado en la “pieza sexta”, porque debe ser identificado, casi con seguridad, con la “figura de joven... muy bella..., pero con gran restauración moderna” que cita Ponz, y probablemente, casi por exclusión, con “un Penates, solo el torso antiguo, restaurada la cabeza y algunas otras partes del cuerpo” que menciona el inventario de 1789.
Una vez en Madrid, y tras un momento de confusión, en el inventario de 1834 puede ser confundido con el Adonis (E000369), recuperamos su pista en el inventario de 1849-57. Hübner lo identifica como un Mercurio, con dudas. Barrón se olvida de él en su catálogo. En 1933 se le asigna el número E000500 que ahora ostenta y con el que ya lo describe Blanco.
El dibujo forma parte del conocido como Cuaderno de Ajello formado por un conjunto de cincuenta y nueve hojas sueltas, con dibujos a lápiz, destinadas a servir de modelo para la realización de una serie de grabados, que debían ilustrar un catálogo descriptivo de las esculturas reunidas por Felipe V y su esposa, Isabel Farnesio, en el Palacio Real de La Granja de San Ildefonso.
Elvira Barba, Miguel Ángel, El Cuaderno de Ajello y las esculturas del Museo del Prado, Madrid, Museo del Prado, 1998, p.176-177