Nectanebo I, arrodillado (Sacerdote de Isis, según Ajello)
Mediados del siglo XVIII. Lápiz, 480 x 337 mmNo expuesto
Se trata del muy fragmentado y restaurado Nectanebo (E000412) depositado por el Prado en el Museo Arqueológico Nacional. De las dos estatuas arrodilladas que reunió el marqués del Carpio, es la única que adquirió Felipe V, quien probablemente encargo retocarle la cabeza y parte de los hombros. Sin embargo, el núcleo de la figura es ciertamente egipcio, y ajeno aun a todo tipo de influjos griegos o romanos. Los inventarios realizados a la muerte de Carlos III lo describen como "otro (ydolo) sentado sosteniendo sobre si una mesa de sacrificio y varios caracteres en el pedestal; le falta el dedo meñique de la mano izquierda".
La obra no ha sufrido cambios entre la época de Ajello y nuestros días, representa, según la mayor parte de los autores a Nectanebo II (358-350 a.C.), pero Ma C. Pérez die se inclina por Nectanebo I (380-362 a.C.), primer monarca de la XXX dinastía, basándose para ello en las inscripciones jeroglíficas -autenticas, como buena parte del cuerpo- que adornan la espalda y la base de la estatua. Ignoramos el origen de esta obra y como llego a manos del marques del Carpio.
El dibujo forma parte del conocido como Cuaderno de Ajello formado por un conjunto de cincuenta y nueve hojas sueltas, con dibujos a lápiz, destinadas a servir de modelo para la realización de una serie de grabados, que debían ilustrar un catálogo descriptivo de las esculturas reunidas por Felipe V y su esposa, Isabel Farnesio, en el Palacio Real de La Granja de San Ildefonso.
Elvira Barba, Miguel Ángel, El Cuaderno de Ajello y las esculturas del Museo del Prado, Madrid, Museo del Prado, 1998, p.56-57