Tulia
1887. , 70 x 53 cmSala 075
La historia de Tulia llamó poderosamente la atención a Querol, que la utilizaría recurrentemente en sus años romanos. Primero esculpió un relieve (sin localizar, probablemente destruido) con la escena más dramática del episodio narrado por Tito Livio, relativo a la feroz hija de Servio Tulio (578-534 A. de C.), gobernador romano. Lucio Tarquino, nieto del antecesor político de Servio Tulio, quiso destronarle y contó con la ayuda de su esposa, Tulia, que sorprendentemente era la hija de Servio Tulio, y actuó en contra de su padre. Querol encontró en la historia de Tulia una ocasión de desarrollar esa búsqueda expresiva y realista que tanto le interesaba, y modeló un par de años después, exclusivamente, la cabeza de la enérgica Tulia, de mirada orgullosa, arrogante y valiente, en una composición de gran efectismo, y que presenta un magnífico estudio de paños. De esta cabeza, el Museo Nacional del Prado posee dos versiones, ambas firmadas en Roma (E799 y E908), y en ambas con un elemento del mundo clásico, la moneda que sirve de prendedor de la indumentaria.
En este busto Tulia aparece majestuosa, sobre un pedestal alegórico en el que se aprecia una composición bélica de soldados y un caballo, tallados deliberadamente de forma tosca, en contraste con el perfecto acabado del busto, tallado en mármol y datado en 1887. Tiene la cabeza girada hacia la derecha, una dura y desafiante mirada y enmarca el pecho con los pliegues de una túnica. La imagen fue publicada en 1889 y de nuevo en 1891 titulada “Romana”. Es posible que este ejemplar fuera el que triunfó en la Exposición Universal de París de 1889, y podría tratarse de la versión presentada en Múnich en 1890 .
Azcue Brea, Leticia, El talento escultórico: una mirada a la formación de Agustín Querol (1860-1909). Studi di scultura: etá moderna e contemporanea., 2020, p.93-119 [100-102 f.8]